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La colección digitalizada está incompleta pues solo contiene 468 números. Esta revista profesional apareció en el año 1899, según Isidro Sánchez. El primer ejemplar conservado, el núm. 263, se data el 1 de enero de de 1909. El último, el 968, es de 12 de junio de 1932, aunque no sabemos si los hubo posteriores. Ofrecemos aquí todos los ejemplares localizados hasta ahora procedentes de las colecciones de la Biblioteca de Castilla-La Mancha, del Archivo Municipal de Toledo y de la formada por Luis Alba, en buena medida complementarias.
Esta revista trataba todo lo relacionado con temas educativos en Toledo y pueblos de su provincia porque sus destinatarios eran los maestros. Incluía las novedades legislativas, oposiciones y concursos, artículos de opinión, correspondencia... y páginas publicitarias, siempre relacionadas con la instrucción pública.
Intuimos que su periodicidad fue quincenal en sus primeros años por la secuencia de la numeración. Su aparición fue decenal entre enero de 1909 y julio de 1920. Desde septiembre de ese año y hasta noviembre de 1931 fue de nuevo quincenal. Y en los pocos ejemplares existentes de 1932 se reseña su condición de semanal.
En los números conservados, desde 1909 figura como director propietario de esta publicación, Saturnino Rodríguez Urosas. A partir de junio de 1930 se hizo cargo de la dirección José Villanueva Medina. A este le sustituyó, desde mayo de 1931 (núm. 933), Esteban Granullaque que venía ejerciendo el cargo de redactor jefe ya con el primer director.
Con el cambio de dirección de junio de 1930 se produjo una significativa modificación en su formato y extensión. La revista pasó de estar formada por ocho páginas (1909-1916) o cuatro (1918-mayo de 1930), de 32 x 22 cm, a dieciséis, y luego doce, de 22 x 15 cm, aprox.
A lo largo de su larga existencia fue publicada en distintas imprentas toledanas, como la de Menor, después Rafael Gómez-Menor (1909-1914), la imprenta Moderna de Antonio Garijo (1916), el Establecimiento Tipográfico (1918-1919), los Talleres tipográficos de sucesor de J. Peláez (1919-1922), la Imprenta del Colegio de María Cristina (1923-1925); la Imp. de Emilio J. Ayala, sucesor de Lara (1925-1930) y, por último, de nuevo la de Rafael Gómez-Menor (1931-1932).
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